Según el sitio de eSight, el dispositivo trabaja en conjunto con el usuario para aumentar la calidad de una imagen antes de que llegue al ojo, proporcionando más datos y provocando un aumento en la respuesta de las personas con ceguera funcional. Con estos datos de mayor calidad siendo trasmitidos hacia el cerebro, el dispositivo ayuda a las personas a ver el mundo de una mejor manera.
El usuario tiene el control íntegro de las escenas: puede mejorarlas, ampliarlas y ajustar la imagen para asegurarse de que sus ojos interpretan el mundo que los rodea de una forma adecuada. Estos lentes no funcionan con personas 100% invidentes y están dirigidos principalmente a personas que han sufrido degeneración macular, neuropatía óptica hereditaria de Leber, albinismo ocular, retinopatía diabética, enfermedad de Stargardt, algunos tipo de glaucoma y retinitis pigmentosa.
El precio actual del dispositivo es bastante alto para el consumidor promedio, aproximadamente $ 15 mil dólares, aunque si comparamos ese precio con lo que ofrece a cambio y lo que puede suponer eso para una persona, resulta cuestionable si es caro o no. Desafortunadamente, muchas personas alrededor del mundo no podrán disfrutar de esta tecnología. De cualquier forma, sus creadores argumentan:
“Reconocemos plenamente que muchas de las personas legalmente ciegas no pueden permitirse el lujo de pagar este precio y vamos a hacer todo lo posible con los patrocinadores y organizaciones de financiamiento para asegurar que cualquier persona que necesite de eSight consiga sus lentes independientemente de su condición económica”.
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