Biocycle cuenta con 3 elementos que la hacen la bicicleta más amigable con el ambiente:
- Cuenta con un motor que funciona a partir de biodiésel.
- Promueve la generación de biodiésel a partir de desechos caseros.
- Tiene un marco de plástico biodegradable muy resistente, hecho con desechos de agave.
Gracias su diseño y materiales de fabricación, el impacto ecológico de Biocycle es positivo. Mientras las bicicletas electrónicas son ecológicas durante su vida útil, al final su batería representa una fuente de contaminación —con metales pesados como el litio, que contaminan agua y suelo.
En cambio Biocycle utiliza desechos del agave para fabricar su estructura y, a lo largo de su tiempo de vida, aprovecha desechos caseros para alimentar su motor. Así se mantiene la cultura de reutilización de desechos orgánicos.
De acuerdo con sus creadores, hay muchas personas que se resisten a usar una bici como principal medio de transporte por los largos trayectos y las inclinaciones que se puedan encontrar en su camino. Por esto resulta atractivo el motor que te ayuda en esos tramos difíciles, con la ventaja de encenderlo o apagarlo cuando sea conveniente al usuario.
Actualmente Biocycle busca financiamiento para ser una realidad. Cuenta con el apoyo de una empresa tequilera para la materia prima y el trabajo de artesanos de Tequila, Jalisco, para el decorado de las bicis. Sin embargo, necesita fondos para la creación del producto final.
Su campaña en Fondeadora ofrece varias opciones para apoyarlos, que van desde MXN $50 hasta MXN $23,000 (USD $1,559, al tipo de cambio actual), cada uno con su respectiva recompensa. Se puede obtener: el kit con el motor y el manual para producir tu propio biodiésel; la bicicleta hecha con plástico biodegradable; o la Biocycle completa, regular o edición especial.
En principio, las bicicletas motorizadas o eléctricas me resultaban un tanto incoherentes — si puedes pedalear, para qué necesitas un motor —. Sin embargo, al tener un motor biodiésel, una ayuda extra no haría tanto daño al ambiente. Claro, siempre queda la opción de elegir sólo la estructura biodegradable, lo que la hace igual de atractiva que una bicicleta de bambú.
¿Qué dicen?, ¿apoyamos a este invento 100% mexicano para el mundo?
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