En lugar de colocarse en un ataúd o de ser cremado, el cuerpo es puesto al interior de una capsula orgánica en posición fetal. A continuación, el contenedor se entierra bajo un árbol joven, elegido previamente por los familiares o por la misma persona que servirá como material orgánico para la planta.
El proyecto, realizado por los diseñadores Anna Citelli y Raoul Bretzel, busca la creación de cementerios verdes y la forma de revolucionar la forma en cómo se dispone de los restos mortales de una persona. Los ataúdes empleados en la actualidad, además del hecho de que muchos árboles tienen que talarse para su construcción, ocupan mucho espacio – mientras que las cápsulas están hechas de un material moderno biodegradable llamado almidón de plástico, que no resulta perjudicial al medio ambiente.
“Familiares y amigos pueden cuidar de los árboles tras la muerte del individuo y pueden acompañar su crecimiento. Los cementerios tendrán un nuevo panorama, sin esa arquitectura de sobrexposición espacial máxima. Será un sitio con diferentes especies de árboles que formaran un bosque. Un nuevo lugar dedicado al culto de nuestros antepasados: un bosque sagrado”, dice la promoción en el sitio del proyecto.
El proyecto está imposibilitado para comercializarse debido a las leyes italianas, que prohíbe que las personas sean enterradas de esta forma. Sin embargo, los artistas pretenden tomar acciones para proponer un cambio en la ley. A continuación puedes ver las fotografías de las cápsulas.
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