Una raza de humanoides incivilizados que habitaban en el Monte Himalaya. Los Abarimon eran nativos de un país con el mismo nombre, criaturas que se caracterizaban por tener los pies hacia atrás. A pesar de esta desventaja, los Abarimon eran capaces de moverse más rápido que los otros corredores. También tenían una gran afinidad con la vida silvestre.
Hombres salvajes
Los Abarimon vivían junto a los animales de la región y por su salvajismo no se podían capturar. Existen leyendas que los pies invertidos de esta raza se debían a unas sandalias que usaban, y por esta razón podían correr a grandes velocidades. El país de los Abarimon se encontraba en el gran valle del Monte Imaus, un lugar donde el aire estaba encantado y por ello si una persona lo respiraba por mucho tiempo le sería imposible respirar otro tipo de aire.
Esta raza ficticia no podía abandonar el valle con vida, este efecto también protegía la ubicación exacta del valle. El sabio Plinio describió a esta gente por primera vez en su libro Historia Natural (VII), de acuerdo a Plinio, eran muy parecidos a los humanos físicamente, pero tenían los pies para atrás.
Tiempo después, una historia similar fue relatada por Aulus Gellius en el texto “Attic Nights”.
El Relato de Plinio
Dentro de su relato, el sabio describe a la raza de los Nuli, también conocida como los Abarimon. El viajero y erudito Megástenes describió la montaña Nulus, ahora conocida como el Monte Himalaya, su texto hablaba de una raza de humanos que tienen los pies invertidos desde los tobillos.
Las tácticas de los Abarimon servían para confundir a sus perseguidores debido a que sus huellas eran inversas y la máscara que usan atrás de sus cabezas daba la impresión que los Abarimon se estaban acercando. Los pies de esta antigua raza eran inusualmente grandes y tenían ocho dedos cada uno.
Megástenes filosofaba al respecto del poder que los Abarimon poseen, debido a que son una raza inteligente tienen poder sobre algo, de igual forma que el humano. Aunque sus estudios no llegaron a una conclusión sobre este tema, el erudito murió con la duda.
La Ciguapa
La Ciguapa es un demonio femenino perteneciente a la mitología de la República Dominicana, este críptido comparte con el Abarimon la cualidad de tener los pies mirando hacia atrás.
Su aspecto es el de una bella mujer de piel muy oscura, en algunas versiones con un tono azulado, ojos negros muy profundos y que se desplaza por el bosque sin ninguna ropa, tan solo cubriendo su cuerpo con una larguísimo melena de color negro.
Es muy dificil capturarla porque al andar con los pies invertidos deja huellas falsas cuando se la trata de perseguir. Son muy veloces y conocen mil escondites y cuevas en las que pueden ocultarse para evitar ser capturadas. En las contadas ocasiones en las que según la leyenda las ciguapas han sido capturadas han acabado muriendo de pena al sentirse encerradas.
Estos demonios atraen a los hombres hasta la profundidad del bosque o al interior de sus cuevas, de donde nunca podrán salir. Se cree que acaban con sus víctimas ahogándolas en corrientes subterráneas. Además se atribuye a las ciguapas el robo de niños y bebes.
Las ciguapas son mudas e incapaces de hablar, pero eso no las impide atraer a sus víctimas. Además de su belleza, la ciguapa es capaz de emitir un aullido similar al canto de las perdices para atraer a los incautos que se atrevan a seguirlas hasta sus cuevas.
Según otras versiones pueden imitar el llanto humano. Ambas descripciones recuerdan a las sirenas, que usan sus artes de conquista para acabar con los marinos. Es por esto que también son conocidas con el sobrenombre de las sirenas de las montañas
Con la ayuda de un perro blanco, las Ciguapas pueden ser atrapadas en las noches de luna llena, aunque es tal su pena por su cautividad, que acaban muriendo.
El mito también se ha extendido aunque en menor medida a El Salvador, donde se piensa que son los espíritus de personas que escaparon a la montaña y acabaron perdiendo la vida.
En algunas regiones también se habla de Ciguapas masculinas, aunque en la tradición dominicana casi siempre se presentan como pequeñas mujeres de piel oscura que corretean desnudas por el bosque.
Pies invertidos en la Realidad
Como casi todas las leyendas los humanoides con pies invertidos tienen un punto de realidad. Existen deformaciones congénitas que pueden provocar que una persona nazca con los pies hacia atrás. Como es el caso de Wang Fang, una camarera de origen chino que nació con esta anomalía en los pies.
Al principio se pensaba que esto le impediría andar, pero Wang no solo ha demostrado que puede andar y trabajar como camarera sin ningún impedimento. Si no que además asegura que incluso corre más rápido que la mayoría de personas que conoce.
Hace un tiempo Wang Fang se hizo famosa al rechazar una pensión por su minusvalía. Según sus palabras ella no era ninguna minusválida, podía trabajar igual que cualquier otro en el negocio familiar, un pequeño restaurante. Y su peculiaridad no la convertía en inútil o inválida para necesitar recibir una pensión.
Es posible que en la antigüedad se diera algún caso similar al de Wang, que pudiera haber desencadenado las leyendas que relataba Plinio. Y es que en sus relatos los abarimon eran humanos normales con una única peculiaridad, tener los pies hacia atrás. El caso de la camarera china demuestra que incluso sus conjeturas de que podían correr tan rápido o mas que un humano normal no eran descabelladas.
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