En un mundo tan tecnificado y diverso, los códigos de barras nos han dado orden. Tan sencillo como ir al súpermercado, y que el cajero pase los productos por una máquina que escanea los códigos que actualizan inventarios y nos entregan el precio a pagar. Y eso es solo un uso simplificado de lo que se puede lograr.
Pero qué tal colocar códigos de barras a los espermatozoides y a los ovocitos femeninos. Pues en Gizmodo nos informan que en la Universidad Autónoma de Barcelona, han estado desarrollando un método para integrar códigos microscópicos al esperma y a los ovocitos. El micro código es fabricado de polysilicon y cuenta con un código binario de 8 digitos.
La utilidad estaría en las fertilizaciones in vitro en donde se evitarían confusiones, además de tener un total seguimiento de la procedencia de los nuevos bebés. Además, aseguran que el proceso para insertar estos códigos es totalmente seguro y no tendría consecuencias posteriores en las personas, o seres vivos para el caso, salvo el saber que están marcados con un código invisible al ojo humano.
Al momento, este procedimiento no ha sido aprobado para usarse en humanos, pero se plantea la posibilidad de comenzar en animales de ganado para obtener las mejores crías posibles. De todas formas, no pasará mucho para que los futuras personas estén etiquetadas con estos códigos. Quizás incluso con chips. Pero ya me estoy yendo demasiado lejos.
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