¿Por qué imposible?
Em drive es controversial dado que parece violentar las leyes de la física convencional y la ley de la conservación del momentum.
Este motor, obra del científico británico Roger Sawyer, convierte energía eléctrica en impulso sin necesidad de ningún propulsor al rebotar microondas al interior de un recipiente cerrado. Entonces, sin la expulsión de un propulsor, no hay nada para equilibrar el cambio del momento de la nave durante la aceleración. De ahí la polémica y el escepticismo.
Pero el científico de la NASA Harold White explica por qué el motor funciona incluso bajo estas condiciones: “El impulso se debe al vacío cuántico (el estado cuántico de menor energía posible) comportándose como iones propulsores que se comportan en una unidad magnetohidrodinámica (un método de propulsión eléctrica que se dirige con campos magnéticos para empujar una nave espacial en la dirección opuesta) en naves espaciales de propulsión”.
El problema con esta teoría era que no podría funcionar en un vacío cerrado. Los escépticos argumentaban que el impulso medido en pruebas anteriores era atribuible a condiciones ambientales externas, como las corrientes de convección térmicas naturales provenientes del calentamiento por microondas.
Sin embargo, el experimento más reciente abordó esta preocupación, al mismo tiempo que demostraba el potencial del motor en condiciones semejantes a las del espacio.
Después de informes consistentes de medidas de impulso en experimentos con el Em drive en los Estados Unidos, el Reino Unido y China – en niveles miles de veces más detallados que los de un cohete de fotones y en condiciones rígidas de vacío –, la incógnita del origen de este impulso parece haber sido resulta, más aún requiere de análisis, replicación y confirmación por colegas del área en un artículo científico.
Su futuro
El Em drive puede representar un enorme avance para los viajes en el espacio. Además de mejorar los viajes a la Luna y Marte, este motor también podría ser empleado en viajes interestelares. Un viaje a Alfa Centauri, a 4.3 años luz de distancia, de repente no sería tan descabellado.
Un motor de estos trabajando a una aceleración constante podría impulsar una nave a aproximadamente el 9.4% de la velocidad de la luz, resultando en un tiempo total de viaje de 92 años. Esto sin la necesidad de desacelerar; si quisiéramos hacer una parada en Alfa Centauri tendíamos que agregar 38 años más al viaje. Comparado con las tecnologías actuales, nos llevaría unos 75 mil años llegar a la estrella.
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