Imagina que cada bebé que llegara al mundo recibiera la misma caja para comenzar ese largo viaje llamado vida. Hoy, el simple hecho de mirar por el mostrador de una tienda para bebés es razón suficiente para deprimirse. Ahí tienes cunas que te cuestan un ojo de la cara y ropa que sirve únicamente como símbolo de estatus.
En el extremo del tema, vemos a familias que apenas y pueden darse el lujo de comprar pañales de trapo u otros objetos básicos para que sus pequeños lleguen al mundo con un poco de dignidad y cuidados elementales. Pero en Finlandia hacen las cosas muy diferentes.
No importa del color que sea, la riqueza que sus padres tengan o el lugar donde viva. Cada mujer embarazada en Finlandia recibe por cortesía del gobierno una caja en la que se incluyen los siguientes elementos:
- Una colchoneta con funda, una sábana, cobertor y una colcha.
- La caja en sí misma que es utilizada como cuna.
- Una cambia de ropa para invierno que incluye gorro, guantes y botas.
- Ropa “casual” y mamelucos con capucha.
- Calcetines, guantes de lana y gorra.
- Camisetas, pañaleros y pantalones ajustables en colores y patrones unisex.
- Toalla con gorra para el baño, cortaúñas, cepillo para el pelo, cepillo dental, termómetro de baño, crema para las rozaduras y toallitas húmedas.
- Pañales de tela y bufandas.
- Álbum fotográfico y juguetes para la dentición.
- Sujetadores acolchados y algunos libros sobre paternidad.
Son artículos totalmente gratuitos que, según la intención del gobierno, ayudan a garantizar que el niño recién nacido tenga seguridad y bienestar.
Un informe reciente reveló que las madres finlandesas son las madres más felices del mundo y la caja del bebé ciertamente tiene algo que ver con esto, ya que posibilita que las madres nuevas estén menos estresadas, especialmente en las primeras semanas después del parto.
Sabiendo que la “caja del bebé” tiene todo lo inmediatamente necesario, pueden concentrar toda su atención en proporcionar al recién nacido todo el cariño y cuidados que requiere. Esto ciertamente ha provocado un enorme impacto en las madres finlandesas, haciendo que la caja se convierta en toda una tradición.
Los índices de mortalidad entre recién nacidos acostumbraban a ser extremadamente elevados en Finlandia allá por la década de 1930. De hecho, de cada 1,000 niños que nacían 65 terminaban muertos. Fue por esto que las autoridades de salud decidieron hacer algunas modificaciones a los programas sociales para garantizar que la seguridad y el bienestar de los recién nacidos fueran atendidos.
Una vez que comenzaron a distribuirse estos paquetes de maternidad en 1938 todo comenzó a cambiar. Actualmente Finlandia tiene una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo. No por nada la fundación Save The Children nombró a Finlandia el “mejor lugar para ser madre”.
Y lo mejor es que no tienen ningún emblema de “Mover a Finlandia” o cosas del populismo que tanto nos afectan a los mexicanos.
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